Cuando los estudiantes terminan el programa de educación medioambiental Watershed Rangers del CWC, levantan su mano y hacen una promesa:

“Como Watershed Ranger, prometo proteger y cuidar a nuestra comunidad y al río San Lorenzo. Prometo continuar explorando el río San Lorenzo, preguntar qué puedo hacer para ayudar y compartir lo que sé con otros”.

Los Watershed Rangers se toman su promesa muy en serio. Inmediatamente, los estudiantes reciben una insignia de madera que muchos de ellos ponen en sus mochilas o chaquetas y muestran con orgullo a sus amigos, familiares y compañeros de clase todos los días. Con el pasar de los años, vemos como los Watershed Rangers continúan cuidando su comunidad y el río San Lorenzo y compartiendo lo que saben con los demás.

En febrero, Rocket, un Watershed Ranger, asistió a la limpieza de Beach Flats en su vecindario. Junto a su familia, vecinos y otros voluntarios, ayudó a limpiar un poco más de 10 kilos de basura. Gracias a lo que aprendió en el programa Watershed Rangers y a la basura que vio en su vecindario, Rocket supo que recoger la basura y prevenir la contaminación por fuentes difusas era una de las mejores maneras en que podía ayudar a mantener limpia el agua en el río San Lorenzo y la Bahía de Monterrey. Una vez que terminó de limpiar, Rocket tuvo una idea. Preguntó si podía llevar porta bolsas para perros a cada uno de sus vecinos para que pudieran recoger fácilmente los desechos de las mascotas del vecindario y evitar que las bacterias contaminen las vías fluviales locales.

Cada año, más de 2.500 Watershed Rangers hacen esta promesa. Imagina cómo sería el futuro de Santa Cruz a medida que los jóvenes protegen y cuidan su comunidad y continúan explorando el río San Lorenzo, preguntan qué pueden hacer para ayudar y comparten lo que saben con los demás. ¡Todo gracias al apoyo de donantes como tú! También queremos reconocer a Nueva Vista Community Resources por colaborar con el programa extracurricular desde 2013 y agradecemos el apoyo de la ciudad de Santa Cruz, la Rose Foundation for Communities and Environment y la David and Lucile Packard Foundation quienes hicieron que todo esto fuera posible.

Traducido por Constanza Olivares Rojas.

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